Construido en 1702 por Francisco de Llamas Abenza en un sobrio estilo barroco de influencia francesa. La fachada se encuentra enmarcada por sólidos sillares de piedra en los que se aprecia el movimiento de las pilastras de la portada, la cual está sostenida por dos pilares que sostienen la balconada y el friso que ubica el escudo nobiliario de la familia.
Rica rejería de la época, bellamente labrada, que ennoblece todo el edificio. El zaguán de la entrada está protagonizado por una columna barroca que preside toda la estancia y en la que se encuentra labrado el escudo heráldico de la familia Llamas.
El interior de la mansión se desenvuelve alrededor de una bella escalare de trazado imperial cuya baranda de madera está compuesta por barrotes que representan columnas salomónicas, bajo una cúpula sostenida por pechinas, decoradas con pinturas de tipos moriscos, cultura de la que el constructor de la casa era un gran conocedor.
En esta casa nacieron importantes figuras de la sociedad española de la época, tales como D. Sancho de Llamas y Molina, insigne jurisconsulto, miembro del Real Consejo de Hacienda, Magistrado en la Real Audiencia de Valencia y Regente de esa misma Audiencia, autor de insignes obras de historia del derecho. Su hermano, el General Pedro de Llamas, fue defensor del Reino de Murcia en la Guerra de la Independencia, miembro del Real Consejo de Guerra y Diputado en las Cortes de Cádiz. Su hermana Isabel, religiosa clarisa cuyos escritos son de alta espiritualidad, habiendo sido fundadora y abadesa del monasterio de Clarisas de la ciudad de Cieza.
A partir de 1830 la casa fue ocupada por la familia Álvarez Castellanos, heredera de los Llamas, que murieron sin sucesión directa. Actualmente el palacio ocupa la cuarta parte de su extensión original.